La Fundación REDES, como parte de las diversas organizaciones que conforman la Alianza Ambiental, participó en la XVI Caminata Ecológica, donde se exigió a los diputados y diputadas de la Asamblea Legislativa ejecutar acciones contundentes frente a la grave crisis socioambiental que afecta al país.
Por sexto año consecutivo cientos de personas iniciaron el recorrido desde el Parque Cuscatlán hasta llegar a la Asamblea Legislativa, bajo una sola voz que clamaba “Amemos el planeta, el agua y la vida se respeta”.
Carlos Cotto, Director de REDES e integrante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria (MSA), explicó que entre las principales demandas de las organizaciones esta la ratificación a la reforma constitucional del artículo 69, que incorpora en la legislación el Derecho Humano al Agua y a la Alimentación y la reforma de Ley de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres.
Igualmente exigieron las aprobaciones de la Ley General de Aguas, la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Nacional, y la Ley de prohibición de la Minería Metálica en El Salvador.
Ante la sequía ocasionada por el niño que ha afectado a agricultores y agricultoras, Luis González, representante de la MSA recordó a los diputados y diputadas su deber de legislar en favor de las mayorías y aprobar leyes que beneficien a la población y no a sectores de poder.
Las y los ambientalistas aseguraron que el periodo 2011-2015 ha sido el quinquenio más caliente en las últimas seis décadas, al aumentar la temperatura anual en más de 1.3 grados y los escenarios climáticos apuntan a un amento entre 2 y 3 grados para las siguientes seis décadas.
Ante el aumento de las temperaturas debido a la aceleración del cambio climático, el país se enfrenta a una reducción del 79 por ciento en la disponibilidad del agua para el año 2100, de acuerdo al Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC).
Sumado a esto, según cifras del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) los caudales de los ríos han disminuido hasta un 80 por ciento en los últimos 30 años y el 50 por ciento de los ríos presenta una calidad del agua regular, la tercera parte son de mala calidad, un 7 por ciento son de pésima calidad y únicamente el 12 por ciento está calificada como buena.
Frente a esto las organizaciones del movimiento ambiental de El Salvador reclamaron erradicar la desigualdad en la distribución del agua, que privilegia actividades agroindustriales y recreativas, sobre la necesidad de consumo humano.
Asimismo, demandaron el rescate de ríos como el Jiboa, Magdalena, Sapo, Tamalusco, Paz, San Antonio, entre otros. Y pidieron detener los proyectos de urbanización que modifican el uso de los suelos.
“Estamos viviendo la destrucción del medio ambiente, los ríos se están secando y nadie dice nada, hoy es cuando debemos decir no más daño. Todas y Todos unidos podemos hacer una fuerza en la sociedad”, dijo Antonia Tovar, Franciscana de la Inmaculada Concepción.
Para Fray Domingo Solís, director de la Oficina de Justicia, Paz e Integridad de la Creación actualmente se vive un panorama de crisis ecosistémica debido a la tala indiscriminada de árboles, la contaminación de ecosistemas hídricos, el uso de agrotóxicos para la producción de monocultivos como la caña de azúcar, los recientes derrames de melaza y el drenaje acido de proyectos mineros.
“Pedimos al gobierno salvadoreño discuta con los gobiernos de Honduras y Guatemala por los casos de minería transfronteriza que se encuentran en la cuenca hidrográfica del país, ya que podemos vivir sin oro, pero sin agua no”, afirmó Edver Rivas, integrante de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica en El Salvador
Finalmente, Rivas advirtió que de no implementar políticas adecuadas en la protección de la persona y el medio ambiente se tienen graves repercusiones a corto y mediano plazo, debido a la vulnerabilidad del país.
