Comités de Mujeres de ACUDESBAL inauguran nueva infraestructura.

Mujeres del Bajo Lempa abrieron las puertas del Centro Comunitario Polivalente que fortalecerá la participación política y social de las mujeres organizadas en la Asociación de Comunidades Unidas para el Desarrollo Económico y Social del Bajo Lempa (ACUDESBAL).

La obra fue diseñada y coordinada por el Programa de Infraestructura de la Fundación Salvadoreña para la Reconstrucción y el Desarrollo (REDES), institución que acompañó el proceso de gestión, planificación y ejecución del proyecto que incluyó también jornadas de formación en género, masculinidad y formación política para las mujeres de las comunidades.

El acto de inauguración envuelto en un ambiente de alegría, entusiasmo y motivación ante la concreción de un sueño que se volvió alcanzable, estuvo a cargo de la Secretaría de Género de ACUDESBAL; la obra beneficiará a unas 600 mujeres organizadas en las 28 comunidades de Jiquilisco.

La nueva edificación cuenta con una amplio salón de usos múltiples que puede ser utilizado para la realización de jornadas de formación, talleres de planificación, presentación de obras teatrales, danza o música; pero también las mujeres han pensado en que el espacio podrá utilizarse como centro de acopio o albergue en casos donde el exceso de lluvias generen escenarios de inundaciones y desastres, como generalmente ocurre en esta zona del país.

Ante la situación de riesgo por inundaciones en la zona, la construcción se encuentra elevada a una altura de más de un metro sobre el nivel de la tierra y posee amplias rampas para facilitar el acceso a personas que no cuentan con las facilidades motrices para subir gradas, según informó el Maestro de Obra de la construcción, Juan José Jacinto Pérez, conocido cariñosamente como “Juanillo”.

El Bajo Lempa incluye entre sus muncipios a Zacatecoluca, Tecoluca, Jiquilisco y Puerto El Triunfo; es una de las áreas salvadoreñas más propensas a las inundaciones debido a que la llanura aluvial y el delta comprendidos entre la línea costera y la carretera litoral se inundan regularmente cuando las fuertes lluvias y las descargas de una presa hidroeléctrica hacen que el Río Lempa se desborde; sin embargo, el avanzado nivel de organización de estas comunidades les permite sobreponerse a las inclemencias del clima, resolviendo a través del trabajo coordinado cualquier desastre ocasionado por los factores climáticos.

El Padre Ángel Arnaiz Quintana, párroco de la localidad fue designado para orientar en torno al sentido cristiano del acontecimiento. Durante su intervención, interferida por llantos de niños y niñas de entre cero a cuatro años, reflexionaba: “ Todas ustedes tienen quehaceres en la casa, la palabra nos está invitando a no dejarse absorber y preocupar solamente de los quehaceres de la casa, hay otras cosas en la vida; esta casa se trata de un techo tan importante para que compartan sus preocupaciones, sus luchas, su organización, su vida. Esta casa es para que enriquezcan su vida, para actos culturales, de análisis…”

Por su parte Margarita López, Vice Presidenta de ACUDESBAL, sostuvo en su mensaje dirigido a las mujeres presentes que, “sin esmero y confianza no se logra nada; si no salimos de nuestros hogares, nunca vamos a ver nada para nuestras comunidades. Como mujeres nos sentimos que hemos logrado un triunfo”.

Margarita López, con ocho meses de embarazo, sostiene que la importancia del nuevo espacio físico consiste en que es un punto de partida para obtener nuevos logros. “Con este centro de capacitaciones vamos a formar los liderazgos de las mujeres, es nuestro propio centro, gracias a la cooperación de los donantes que hemos tenido”, agregó Margarita con mucha esperanza.

El proyecto ha sido financiado por el Ayuntamiento de Córdoba a través de Asambleas de Cooperación por la Paz (ACPP); sin embargo, en el proceso de construcción se contó con la participación de las mujeres de las comunidades.

“Este proyecto acaba de terminar, ha sido fruto de muchos años de trabajo, que pasó por la presentación a determinadas convocatorias y su no aprobación, hasta que finalmente se consiguió financiamiento en 2009. Está claro que se seguirá apoyando a las comunidades de ACUDESBAL, y el apoyo siempre deberá ir de la mano de REDES”, opinó Miriam Izquierdo, representante de ACPP en El Salvador.

Izquierdo agregó que “las mujeres van a tener un espacio para participar política y socialmente en los asuntos de la comunidad y los asuntos públicos que les afectan a ellas. Este será un espacio para ellas, para apoyarse, para organizarse y participar en la transformación social con equidad de género”, agregó la representante de la cooperación española en El Salvador.

Blanca Irma es la Coordinadora de Proyectos de ACUDESBAL, ella cuenta que un aproximado de 500 mujeres participaron en el proceso de construcción, que inició en septiembre de 2010. “Las mujeres aprendimos a hacer la mezcla, lodo concreto, halar material desde la calle, la arena, grava, bloques, cemento, hierro… Recuerdo que cuando estábamos llenando esta casa de arena, hasta sentí náuseas y mareos de tanto sol que recibí en esa ocasión, acompañado del trabajo tan pesado que nunca había hecho en mi vida”.

En el evento se hizo el acto simbólico de corte de cinta y la entrega de las llaves de la casa a Margarita López, de parte de Miriam Izquierdo de ACPP.

Carlos Cotto, Director Ejecutivo de REDES, reconoció en su intervención el esfuerzo de todas las mujeres que propiciaron una realidad después de ser solo una idea; reconoció también el trabajo de Juan José Jacinto Pérez, en su función de Maestro de Obra, a Douglas Guardado, Ingeniero de REDES, que dirigió el proceso de construcción y de Blanca Irma, que fungió como Promotora del proyecto.

El Director Ejecutivo de REDES concluyó: “Aquí seguimos soñando en hacer más cosas, quisiéramos hacer una infraestructura para almacenar alimentos que se producen en la zona y comercializarlos, quisiéramos instalaciones adecuadas para monitorear y medir el clima, ante la vulnerabilidad de esta zona por las variaciones del clima… aquí se quiere tener más, se quiere que esto poco a poco se vaya convirtiendo en un centro para que toda la comunidad tenga un espacio propio para hacer lo que las mujeres decidan. Aquí no se termina, este es un paso más de un proceso que debe continuar en función de fortalecer la capacidad y la organización de las mujeres, la reivindicación de sus derechos y la lucha por la justicia, para que haya equidad, para que haya acceso a la economía, a la cultura, a la educación, a la salud y muchas otras cosas más. Las paredes solas no hacen nada, son las mujeres las llamadas a generar un cambio para bien en esta zona, y en este país. Agradecemos a los hombres que apoyaron la realización de este sueño”.

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