Golpe de Estado en Honduras, golpe para América Latina

REDES

La sistemática violación de los Derechos Civiles y Políticos, la violenta represión, los cientos de asesinatos de población civil así como de políticos, la ampliación y profundización de la militarización del Estado Hondureño, la manipulación de los medios de comunicación, la recién aprobada ley anti-terrorista, la consolidación de proyectos oligarcas de privatización y saqueo de bienes públicos y recursos naturales, la creciente inseguridad y pobreza en la que vive la población fueron algunos de los temas que se abordaron durante el foro denominado “Lecciones de Honduras: desafíos, amenazas y alternativas para la democratización de América Latina y el Caribe”.

Lágrimas, aplausos y consignas solidarias acompañaron las intervenciones, que fueron profundizadas en ocho mesas de trabajo, que abordaron las consecuencias del golpe de Estado sobre los Derechos Humanos de las familias hondureñas, las mujeres, los pueblos originarios, las organizaciones obreras y campesinas, así como los medios de comunicación.

En el Foro participaron más de 150 personas, donde se resaltó el peligro al que los demás países de Centro y Sur América pueden enfrentase al ser futuros blancos de proyectos de ruptura de la institucionalidad democrática y se destacó la importancia de la solidaridad y la unidad con el digno pueblo de Honduras que aún sigue en resistencia.

Como consecuencia de ello, los procesos de democratización de América Latina y el Caribe encaran el desafío de construir mecanismos de participación ciudadana cada vez más fuertes, para defender su soberanía e institucionalidad ante las amenazas de los planes del gobierno de EU, de las empresas transnacionales y los regímenes oligarcas de Centro América.

PRONUNCIAMIENTO CONJUNTO

Los y las representantes de las organizaciones sociales, nacionales e internacionales, reunidas en San Salvador, en el foro “Lecciones de Honduras: desafíos, amenazas y alternativas para la democratización de América Latina y el Caribe”, realizado durante los días 30 de Noviembre y 1 de Diciembre de 2010, manifestamos públicamente a la sociedad civil latinoamericana, a los organismos internacionales, a los medios de comunicación y al mundo, lo siguiente:

  • Nuestra enérgica condena a las sistemáticas violaciones de Derechos Humanos, civiles y políticos en contra de la población civil en resistencia, perpetrados desde la fecha del golpe de Estado, 28 de junio de 2009, y durante los regímenes de Roberto Micheletti y Porfirio Lobo.
  • Nuestro total rechazo al actual régimen de Porfirio Lobo, fruto de un golpe de Estado ilegítimo y no basado en un proceso democrático y de participación ciudadana.
  • Nuestra solidaridad con el digno y valiente pueblo de Honduras, que a pesar de la invisibilidad de los medios de comunicación masivos, sigue resistiendo a los abusos y violaciones del actual sistema, utilizando mecanismos democráticos y pacifistas de resistencia. Nuestro dolor por los más de 83 asesinatos políticos y las miles de víctimas de tortura, amenazas, abusos de poder y otras violaciones de derechos.
  • Nuestro apoyo a las Mujeres Feministas en Resistencia: no más golpes de Estado, ni golpes ni muertes a las mujeres en América Latina, ni en el mundo.
  • Nuestra preocupación por la situación de los campesinos y campesinas del bajo Aguán y Zacate Grande, que están siendo reprimidos a causa de su reivindicación del derecho a las tierras y a la vida. Responsabilizamos al régimen de Lobo por estas violaciones a los Derechos Humano y solicitamos de forma urgente la presencia de observadores internacionales.
  • Nuestra solidaridad con los pueblos originarios por su reivindicación del derecho al agua, a las tierras, a los recursos naturales y a la Vida.
  • Nuestra profunda preocupación por la Democracia e institucionalidad de nuestro continente, amenazadas por fuerzas políticas, militares y económicas externas, que ejecutan planes para impedir un desarrollo humano democrático.
  • Reiteramos la necesidad de que las organizaciones populares en resistencia de toda América Latina, amplíen y profundicen la organización y la construcción del poder popular, para enfrentar las amenazas de los poderes externos sobre nuestros pueblos y territorios. Debemos emprender acciones coordinadas de movilización popular, con una estrategia unificada en que las fronteras no representen un obstáculo, sino una riqueza de nuestra diversidad.

San Salvador, 1 de Diciembre de 2010.

Fuente: REDES

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