Grupos de autoahorro mejorando la vida de los habitantes de Cacaopera y Corinto, Morazán

REDES

Catholic Relief Services (CRS) con fondos de Howard G. Buffett Foundation, a través de la implementación del proyecto “Agricultura para las necesidades Básicas”, está fomentando la formación de grupos de autoahorro en diferentes comunidades del oriente del país y otras comunidades de Centroamérica.

El proyecto Agricultura para las Necesidades Básicas (A4N) es ejecutado en El Salvador por REDES, Cáritas San Miguel, Cáritas Santiago de María y Fundesa. REDES está formando grupos de autoahorro en las 15 comunidades de Cacaopera y Corinto, en el norte de Morazán, con el propósito de crear el habito del ahorro entre los miembros de dichas comunidades.

Esto se logra incrementando el capital financiero a través de la implementación de ahorros dirigidos hacia las microfinanzas. Los ahorros acumulados pueden ser usados para montar pequeños negocios o solventar algunas necesidades como comprar alimentos, cuadernos, uniformes o para atender una emergencia, comprar medicinas o para invertir en agricultura. Además se pueden hacer préstamos a los miembros del grupo para que obtengan capital de inversión para actividades productivas y generadoras de utilidades.

Dado que esta metodología es nueva en El salvador ha requerido de capacitación y experimentación para convencer a técnicos y pobladores de comunidades de su capacidad de potenciar la organización comunitaria, promoción, auto-confianza y capacidad para ahorrar aún viviendo en áreas rurales marginales y pobres.

Para que haya continuidad del proceso aún después de finalizado el proyecto, se han capacitado a promotoras comunitarias de grupos de autoahorro. Al mismo tiempo, se han establecido grupos de ahorro, excediendo las expectativas en número de grupos, miembros e innovación a la metodología. A la fecha se tienen organizados 18 grupos de autoahorro dentro de los cuales 119 miembros son mujeres y 48 son hombres y 23 son niños menores de 14 años. Con un total de ahorros que superan los mil seiscientos dólares, a casi un año de su implementación.

Las mujeres y los jóvenes han sido los primeros en adoptar esta metodología, pero sus ejemplos han facilitado que los hombres se unan a este proceso. Un segundo factor de aceptación en participación comunitaria es la selección de la promotora. La confianza de la comunidad en la promotora es fundamental para lograr resultados positivos.

Niños y niñas han mostrado interés en participar y aunque no se estableció una fórmula para el manejo de estos grupos, se ha animado a probar nuevas ideas ya que dichos grupos funcionan de forma similar a los grupos de adultos, con la diferencia que se han adaptado actividades de colorear y juegos apropiados a sus edades.

Basados en estas experiencias, se ha desarrollado un libro para colorear con temas que refuerzan hábitos y comportamientos positivos como: ahorros, en qué no gastar, el medio ambiente, la comunidad, salud y los derechos de los niños y niñas. Como resultados se tiene que los niños y niñas trabajan muy bien en comités de administración. Ellos también ahorran más frecuentemente que los adultos aunque en cantidades más pequeñas. A la vez aprenden coloreando y discutiendo asuntos importantes de la comunidad y su propio desarrollo como futuros miembros influyentes de sus comunidades.

A través de la habilidad del ahorro, mercadeo, agricultura sostenible, aprendizaje e innovación se espera lograr los objetivos estratégicos del proyecto A4N: aumentar la producción sostenible, así como el aumento en sus ingresos económicos.

Fuente: REDES

Dejar una respuesta