Organizaciones sociales denuncian irregularidades en elecciones legislativas y municipales

REDES

Reproducimos a continuación el texto de la carta.

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San Salvador, 20 de enero de 2009

Señor
Gustavo Fernández
Jefe de la Misión Electoral OEA
El Salvador.

Las y los representantes de las organizaciones sociales que suscribimos la presente, a usted con todo respeto y de manera muy urgente, le expresamos:

El proceso electoral que estamos viviendo en El Salvador, ha tenido como punto de partida los resultados de la auditoria del padrón electoral realizada por la organización que usted representa, en cuyas recomendaciones se pretendió encontrar solución a las graves inconsistencias que fueron detectadas; recomendaciones que el Tribunal Supremo Electoral, TSE, no tomó en cuenta con la debida seriedad, diligencia y profundidad.

Debe usted saber señor Jefe de Misión, que el proceso electoral ha estado plagado de una serie de irregularidades, comprobadas hasta la saciedad por las organizaciones sociales, por la población en general y por las y los observadores electorales, que dejan en muy mal predicado la transparencia de las elecciones realizadas el 18 de enero anterior.

Hubo un indiscutible “fraude legalizado” con suficiente anticipación en algunos municipios del país, en aquellos que por su importancia estratégica, fueron definidos como emblemáticos por el partido oficial, y que como lo expresaron sus dirigentes estaban dispuestos a ganarlos al costo que fuera. Esta situación ha traído consigo mucho descontento en la población, desconfianza en el proceso y en algunos municipios un alto grado de conflictividad.

A continuación le damos una lista de algunas de las más graves anomalías que se encontraron antes y durante la votación del 18 de enero, que le aseguramos fueron más allá de la tardanza en la apertura de las juntas receptoras de votos o de los inadecuados espacios dispuestos para el ejercicio del sufragio; a saber:

1. La violencia durante la campaña electoral no ha sido de actos espontáneos, han sido provocados y planificadas, sin que el Tribunal Supremo Electoral, TSE, o las autoridades estatales competentes, hayan tenido la capacidad de prevenirlos, investigarlos y sancionarlos.

2. La campaña sucia, especialmente impulsada por la organización venezolana Fuerza Solidaria, que tiene como enfoque la difamación y la calumnia contra el FMLN y sus candidatos; en esta misma calidad están algunos medios de comunicación, que al cierre de la campaña electoral, oficiosamente se dedicaron a orientar el voto, a desprestigiar candidatos de oposición.

Más grave aún cuando desde los más altas funcionarios del Órgano Ejecutivo y del Ministerio Público, dan lugar a una campaña mediática, sin fundamento hasta la fecha, sobre la existencia de grupos armados en el país, vinculándolos con el FMLN.

Se ha utilizado la Fiscalía General de la República FGR, la Policía y otras instituciones del Estado en peligrosas campañas de desprestigio hacia personas e institutos políticos; anunciaron la apertura de investigaciones de las que hasta la fecha no han presentado elementos sustantivos, o que se negaron a abrir otras en las que si habían indicios claros, poniendo en evidencia que su propósito era influir de forma indebida en el proceso electoral: Casos Albapetroleos, vínculos con las Farc, grupos armados ilegales;

3. La comprobada participación de extranjeros en el proceso, votando como salvadoreños, ha sido, sin duda escandalosa, a la vista de todos; estaban documentados legalmente para hacerlo, pero es indudable que su voto es ilegítimo y fraudulento. Fue sorprendente la inusual entrada de centro americanos por todas las fronteras del país el sábado 17 de enero.

4. La presencia de votantes fluctuantes, es decir, de aquellos que se cambiaron, con mucha oportunidad, de domicilio con fines electorales, generalmente gente muy humilde, con muy poca educación, evidentemente manipulada. Esta realidad ha provocado que en el municipio de San Isidro, en Cabañas, la población, al identificar la presencia de foráneos en el padrón electoral, en apoyo a los candidatos de tres partidos políticos, suspendieron de hecho la votación, logrando la legal suspensión del proceso; conatos de violencia por causas similares han estado presentes en otros municipios del país.

A esta fecha todavía hay algunos municipios donde hay conflictos de esta naturaleza, como el municipio de San Miguel Tepezontes, departamento de la Paz, entre otros.

5. Hubo coacción a algunos empleados públicos para que cuidaran urnas a favor del partido oficial, con orientación hacia el voto; de igual manera la empresa privada ha enviado cartas a sus trabajadores, violentando la libertad de votar; todavía el 16 de enero se encontraba en el país el señor Alejandro Peña Esclusa, presidente de la organización venezolana Fuerza Solidaria, en campaña electoral contra el FMLN.

6. En esta misma lógica, en contra de su voluntad, se les decomisaron los documentos necesarios para ejercer el voto a trabajadores del oriente del país, a quienes luego se les trasladó a votar a San Salvador, fungiendo como supervisores o vigilantes de partidos políticos.

7. Se comprobaron varias irregularidades relacionadas con el padrón electoral (voto de personas fallecidas, presencia de fallecidos en el padrón, incongruencia entre el DUI y el padrón, presencia de personas ajenas al municipio en el padrón …). Éstas numéricamente no serían graves, si esto no fuera la muestra de las inconsistencias del padrón electoral y del aprovechamiento que se hace de esa debilidad.

8. Se identificaron varios niños, menores de 18 años, portando documentos únicos de identidad, que es el documento idóneo para el ejercicio del sufragio.

9. La vergonzosa conducta de las y los funcionarios del Estado, que lejos de actuar apegados a los mandatos constitucionales, han sido verdaderos activistas del partido oficial, por acción o por omisión.

10. El escandaloso uso de los recursos del Estado al servicio de los partidos políticos, en el gobierno central y en las alcaldías.

11. En algunos centros de votación algunos observadores fueron forzados a retirarse del escrutinio por el simple hecho de tener nacionalidad salvadoreña, aunque tenían credenciales otorgadas por el TSE.

Es importante mencionar que el himno del partido ARENA sigue siendo una afrenta al proceso de paz todavía tan frágil, tan mancillado; pero también es intimidatorio, especialmente de la población indígena, que sabe en carne propia de que se trata eso de que “El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán”; es un claro llamado a la violencia, sin una autoridad que tenga la entereza de poner paro a esta conducta que es típica apología de un delito.

Por lo anterior, hemos visto necesario hacer llegar a usted nuestras valoraciones, las que trascienden la observación del propio día de la votación; es cierto que hubo una afluencia masiva, que por lo menos en las principales ciudades se votó en un clima de tranquilidad, pero el contexto general dice de graves irregularidades ocurridas en el proceso electoral que demandan de urgencia medidas correctivas, especialmente cuando dentro de cincuenta y tres días estaremos nuevamente ejerciendo nuestro derecho de elegir, en esa ocasión al presidente y vicepresidente de la República; un derecho que nos compete exclusivamente a las y los salvadoreños.

La realidad demanda, que la entidad que usted representa, interponga sus buenos oficios para que se hagan valer las recomendaciones que con toda propiedad hizo al TSE al concluir la auditoría del registro electoral, especialmente, en cuanto al acceso que todos los partidos políticos deben tener al mismo. No es dable, al respeto de los derechos políticos de la población salvadoreña y a la garantía de transparencia del proceso, que nada más el partido oficial, independientemente del color político que sea, tenga acceso a esta información cuando constitucionalmente, es derecho de todos los partidos políticos.

Existe una inquietud generalizada en la población dudando de la validez de un padrón electoral que permite que foráneos voten como salvadoreños. A las dudas de fraude electoral, aparentemente legal, suscitadas por las denuncias sobre movimiento de votantes en las pasadas elecciones, debería buscarse una respuesta inmediata, antes de la elección presidencial.

En unos días le estaremos haciendo llegar a usted y al señor José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, el informe completo de las irregularidades del proceso con la documentación que sustenta nuestro dicho; entre tanto, con mucho respeto le pedimos a todos los observadores internacionales, abstenerse de hacer valoraciones apresuradas sobre un proceso que para las y los salvadoreños es de fundamental importancia, en el tortuoso proceso de construcción de nuestra democracia.

Atentamente.

Fuente: REDES

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