Significativa muestra de unidad popular por la soberanía alimentaria

Carlos Cotto

San Salvador, 17 de octubre.- Esta importante actividad marca un hecho político de trascendencia en esta coyuntura por al menos 3 razones. En primer lugar, la gran movilización popular dejó en claro que la soberanía alimentaria es ahora un tema de discusión pública, que le da contenido a un planteamiento político que se comienza a posicionar en la agenda pública, pero sobre todo es una reivindicación y una demanda política de una amplia y diversa articulación de organizaciones populares.

La demanda principal de las organizaciones que se movilizaron este día se centró en la exigencia de políticas públicas para lograr mayor soberanía sobre el sistema alimentario mediante el fortalecimiento de la producción nacional campesina y familiar de alimentos con equidad de género, que garanticen el derecho a la tierra y al agua para las y los campesinos, la asociatividad en la producción y la redistribución de los beneficios, garantizando el derecho de todas las personas a una alimentación adecuada, promoviendo la agroecología, la economía solidaria y los mercados campesinos a nivel nacional.

En segundo lugar, se ha sentado un precedente importante de unidad en el movimiento popular en torno a la agenda de la soberanía alimentaria. Una importante cuota de trabajo se destinó a consensuar e impulsar un posicionamiento conjunto entre diferentes redes de organizaciones populares que comienzan a unirse en una sola voz y fuerza para impulsar cambios estructurales en el sistema agro alimentario nacional. Cambios que no solo se proponen dentro de las políticas públicas, sino que fundamentalmente se practican día a día por parte de las mujeres y hombres campesinos, y que son alternativas al sistema agroalimentario capitalista global.

La organizaciones populares se tomaron las calles de la capital salvadoreña en el también denominado Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos, mostrando su voluntad de articulación a partir de alianzas como la Plataforma de Lucha Cooperativa, la Alianza de Mujeres Cooperativistas de El Salvador, la Mesa por la Soberanía Alimentaria, la Plataforma de Economía Solidaria (PECOSOL), el Movimiento de Víctimas y Afectados por el Cambio Climático y Corporaciones (MOVIAC) y el Movimiento Popular de Resistencia 12 de Octubre (MPR-12).

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En tercer lugar, se aprovechó este día simbólico para hacer entrega del anteproyecto de Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional al Presidente de la Asamblea Legislativa y a la Comisión Agropecuaria para su pronta aprobación. La primera propuesta de ley fue presentada hace más de 7 años por parte organizaciones populares campesinas y cooperativistas. A lo largo de estos años, 10 anteproyectos mas fueron presentados a la comisión agropecuaria, la cual decidió crear una comisión interinstitucional con participación de instituciones públicas y organizaciones sociales, encargada de elaborar este proyecto que reúne los aportes de diferentes sectores de la economía y la sociedad.

El anteproyecto de ley tiene como objeto “establecer un marco normativo para garantizar la soberanía alimentaria y el ejercicio pleno del derecho humano a una alimentación adecuada, para lo cual se crearán, entre otros, mecanismos de apoyo a la producción nacional, a la comercialización, al abastecimiento y al acceso a los alimentos, preservando la salud y la nutrición de la población salvadoreña”.

Algunos de los elementos fundamentales del anteproyecto de Ley surgido de la propuestas del movimiento popular incluye, el concepto de soberanía alimentaria entendida como “ los derechos y acciones desarrolladas por el Estado y el pueblo, para decidir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de los alimentos que garanticen una alimentación sana y nutritiva, fundamentado en la gestión de los espacios rurales con base en la pequeña y mediana producción, respetando la cultura, la diversidad de los modos en la que ejercen las comunidades campesinas, pesqueras y originarias; en donde la mujer desempeña un papel fundamental”.

Asimismo, se destacan elementos importantes como la creación de un Consejo Ciudadano de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional (COCISSAN) con funciones de contraloría y evaluación de políticas públicas alimentarias. También se destaca la participación de organizaciones populares en el Consejo Nacional de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASSAN) máxima instancia a nivel nacional de toma decisiones, coordinación y articulación interministerial e intersectorial.

Por otra parte, el anteproyecto establece medidas específicas para fortalecer la producción nacional de alimentos mediante el apoyo a la pequeña producción campesina, el impulso de medidas positivas para buscar la equidad de género en las políticas alimentarias, el empuje de la agroecología y la economía solidaria, la creación de mercados locales de alimentos, el rescate de la semilla nativa, la prevención ante riesgos de hambruna, medidas de adaptación de la agricultura a los efectos del cambio climático, la obligatoriedad para el gobierno en el ramo de agricultura para apoyar de forma prioritaria la pequeña producción nacional de alimentos, y en general la garantía del derecho a la alimentación adecuada de la población salvadoreña.

El 16 de octubre de 2013, marca un antes y un después en la unidad popular por la soberanía alimentaria en El Salvador, y se convierte en el inicio de una nueva etapa en esa lucha.

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