Último llamado: Agroecología o Muerte

Mesa por la Soberanía Alimentaria

Los modelos extractivos aplicados en El Salvador como la minería, la explotación de hidrocarburos y los monocultivo ponen en riesgo la salud y la aimentación de muchas familias en país. Un reflejo de lo anterior es el caso de la Familia Grande López, en la comunidad “La Sambombera” en San Luis Talpa, Rosalía, madre de esta familia ha enterrado a dos de sus 4 hijos, todos afectados directamente por la manipulación de agroquímicos en los monocultivos de caña de azúcar.

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Las Enfermedades Renales Crónicas ERC son la primera causa de muerte hospitalaria en hombres y quinta en El Salvador, según el boletín epidemiológico del MINSAL (Agosto 2016): “La hipótesis más plausible es que la exposición a pesticidas, fertilizantes y otros productos nocivos para la salud constituye el verdadero elemento detonante de la tragedia sanitaria que está afectando a las comunidades agrícolas salvadoreñas y de otras partes del mundo. América Central es la principal región del mundo en el uso masivo de agroquímicos: se estima que alrededor de 400,000 personas pueden sufrir un episodio sintomático de la intoxicación por plaguicidas cada año”.

Oscar Grande, hijo de Rosalía, relata su historia y como el trabajar con agroquímicos le cambió la vida para siempre. En junio de 2012 fue diagnosticado con insuficiencia renal crónica a causa de fumigar durante 12 años cañales sin la protección adecuada y no teniendo otra oportunidad laboral a su alcance para poder desempeñar.

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“Yo comencé a sentir los síntomas, sentí dolencia en las rabadías, en la unidad de salud no me hacían exámenes solo me daban calmantes pero ahí el problema renal ya me estaba afectando. Mi trabajo era fumigar, fumigué 12 años seguidos, el equipo que me daban no era el recomendable, me mojaba la parte de la espalda en donde iba el equipo, la parte de atrás todo lo adquiría mi cuerpo por eso a los doce años comencé a caer con la enfermedad yo no aguantaba ese vapor en mi cuerpo pero por la necesidad que uno tiene, tenía que ir a trabajar, mis hermanos lo padecieron unos ya fallecieron “añadió Grande.

Ante esta problemática y con el incremento de personas fallecidas en el municipio a causa de Insuficiencia Renal Crónica seis comunidades de San Luis Talpa, deciden organizarse para conformar la Red Intercomunal de Salud y trabajar por el bienestar de los pobladores en temas relacionados con la salud. Así lo explica Ana Dolores Rosales, coordinadora de la Red “La contaminación, la extracción indiscriminada del agua, las muertes de nuestros parientes por insuficiencia renal que iban en aumento, año con año, eso nos motivó para poder ver de qué manera nos organizábamos así fuimos trabajando por el bienestar de la salud”. De este esfuerzo organizativo surge una propuesta de ordenanza municipal que regule la utilización de agrotóxicos en la zona y resguarde de las áreas de recarga hídrica. Por su parte la intercomunal ha buscado hacerla llegar al alcalde en turno de San Luis Talpa, sin obtener resultados a favor.

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A la fecha, El Salvador no cuenta con una prohibición legal del uso de agrotóxicos ante la falta de voluntad política para la discusión y aprobación de una Ley de Soberanía Alimentaria y Nutricional en el país, también se encuentra latente una amenaza de privatización del Agua, y con un contexto internacional nada favorable, la ONU/IPCC ha realizado “un último llamado” para salvar a la Tierra de una inminente catástrofe, estableciendo el año 2030 como límite para poner freno a la destrucción y al saqueo de la naturaleza y la vida ocasionada por el lucro desmedido del 10% más rico de la población que es la responsable del 49% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero, acuerpadas por las políticas neoliberales de los países ricos (cuyas emisiones históricas están concentradas en: EEUU, Inglaterra y la Unión Europea), y de los que hay un nulo reconocimiento de sus responsabilidades en el calentamiento global y sus efectos dañinos en la vida de las personas pobres y en la vida de todos los seres del planeta.

Con este panorama la Mesa por la Soberanía Alimentaria resalta que la agroecología es un modelo resiliente, incluyente y participativo para la adaptación al cambio climático es un modelo en los que la equidad de género y la solidaridad son piezas claves. Doris Evangelista, integrante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria expresa que es de suma urgencia la aprobación de una Ley de Soberanía Alimentaria y Nutricional en nuestro país, misma que sigue en manos de la Comisión Agropecuaria de la Asamblea Legislativa, sin retomar la discusión, esta Ley persigue la práctica de modelos de cultivos agroecológicos.

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En Santiago Texacuango, mujeres de la comunidad Santa María La Esperanza, han logrado garantizar el alimento para sus familias a través de la práctica de la agroecología. Mercedes Monge, lideresa comunitaria asegura que practicar la agroecología dentro de su hogar le cambió la vida, “Tengo más de seis años de venir trabajando en mi propia comida esto quiere decir que he disminuido la compra en el súper, yo no necesito ir a comprar a un super, yo no necesito ir a un mercado, tengo mi propio mercado en casa, creo que esta experiencia es buena enseñarla en la familias, acá muchas mujeres han ido aprendiendo la experiencia de la agroecología y están practicándolo en sus casas, en sus granjitas, y yo les puedo asegurar con mi propia vivencia que si podemos practicar la agroecología, si se puede utilizar nosotras tenemos verduras orgánicas, huevos orgánicos y pollos orgánicos a pequeña escala pero es suficiente para la comida de la familia”.

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La experiencia de Rosalía y de Mercedes son las caras de una misma moneda, el recorrido realizado proporcionó un amplio panorama de la problemática en el país en relación a la falta de políticas que retomen como prioridad la salud y alimentación de las personas, además del rol fundamental que desempeñan las mujeres desde el ámbito de la economía del cuidado, temática que hasta el momento es invisibilizada en medios de comunicación.

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