Intercambio de semillas nativas, música, batucada, cántaros para acarrear agua, tortillas, frijoles, consignas… Éste fue el ambiente que se vivía en la concentración convocada por la Mesa por la Soberanía Alimentaria en el lugar que ha sido la plaza pública donde los movimientos sociales y populares elevan sus voces para exigir las medidas legislativas o judiciales en este período de lucha.
La referencia simbólica es el Palo de Hule que se encontraba al centro de las puertas principales de la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia. Ahora le llaman “Ex Palo de Hule” a ese lugar que fue tomado por la representación de más de 200 organizaciones de base en todo el territorio nacional, que ahora están luchando incansablemente hasta conseguir que la Asamblea Legislativa ratifique la reforma al artículo 69 de la Constitución de la República, para que se reconozca en el texto constitucional el agua y la alimentación como derechos humanos.
El partido ARENA es el único que se ha opuesto a la ratificación de esta reforma, de acuerdo con declaraciones del Procurador de Derechos Humanos, Oscar Humberto Luna, brindadas durante la conferencia de prensa en que participó junto a las organizaciones que apelan por la garantía del derecho humano a la alimentación y al agua.
El Procurador aseguró que la ausencia de estos derechos en la Carta Magna no significa que no sean derechos; “no porque un derecho deje de ser constitucionalizado deja de ser un derecho humano, la alimentación es un derecho inherente a la persona humana, y requiere la protección del Estado”.
¿Quién puede vivir sin alimentación?
¡Nadie!
¿Quién puede vivir sin agua?
¡Nadie!
De esta forma se hicieron sentir las mujeres organizadas en la Alianza por la Defensa de los Derechos de las Mujeres Rurales, representadas por Juana Morales, agricultora proveniente del Departamento de Chalatenango.
“Estamos exigiendo que se apruebe la Ley de Soberanía Alimentaria con enfoque de género. Como mujeres rurales sabemos que quienes enfrentamos directamente el problema de la alimentación somos las mujeres, pues somos las que dividimos el desayuno, el almuerzo y la cena. A veces en nuestras familias solo podemos comer un tiempo de comida, a veces dos y a veces nada” pronunciaba cargada de indignación Juana Morales.
En El Salvador, las mujeres tienen acceso únicamente al 15% de la tierra, mientras la propiedad de la tierra se concentra en los hombres por un 85%; a pesar de ello, las mujeres son las que producen el 50% de los alimentos que sostienen la vida de las familias salvadoreñas.
“Queremos una ley donde a las mujeres se nos garantice la tierra, donde tengamos el espacio para sembrar nuestros huertos, necesitamos que se nos apoye como merecemos. La mujer es la que carga con todo, muchas mujeres somos madres solteras, y la vida es más difícil para nosotras; por eso estamos exigiendo a la asamblea legislativa que vea la necesidad que estamos sufriendo las mujeres pobres de El Salvador” aseguró Juana Morales.
Las organizaciones presentes cuestionaron que el gobierno actual se encuentra promoviendo la implementación de un enfoque de seguridad alimentaria y no de soberanía alimentaria, al respecto, Doris Evangelista, representante de la Red Uniendo Manos, afirmó que el derecho a la soberanía alimentaria supone el derecho a decidir lo que los pueblos necesitan sembrar y comer, a decidir por el uso de semillas nativas y no de semillas transgénicas y a las prácticas de producción agroecológicas.
“Aquí hay agricultores que han traído sus semillas para hacer intercambio con otros agricultores. Vale la pena trabajar con técnicas de agricultura agroecológicas, sostenibles; sabemos que sí es posible hacerlo, pues ya lo hacemos en nuestras comunidades”, asegura Doris Evangelista.
La Mesa por la Soberanía Alimentaria llevó a esta concentración los 10 puntos que no deben faltar en una Ley de Soberanía Alimentaria y Nutricional, presentaron una pieza de correspondencia a la Asamblea Legislativa, donde se pide la ratificación de la reforma al artículo 69 de la Constitución, la Ley de Soberanía Alimentaria y la ley General de Agua.